El Perroflauta


 

Hace tiempo vino un Perroflauta a vivir al pueblo en una casa al final de mi misma calle, al lado está la casa de unos rumanos que cuidan de la granja de vacas aledaña, después de eso ya es todo campo.

Las Arpías enseguida empezaron a llamarle el Okupa, tenían toda clase de teorías sobre lo que hacían en esa casa, desde cultivar marihuana a guardar objetos robados.

El chico es sobrino de un muy buen amigo mío y de Okupa nada, la casa se la compró su madre y es suya.

La verdad es que el tío no es mal chaval pero es un destalentao, periódicamente organizan fiestas que duran días y tendríais que ver los personajes que se ven por los alrededores de la casa,

Hace poco se echó una novia y un día me los encontré en la puerta de su casa, los tenía de frente y me miraban uno con cada ojo mientras con el otro se miraban entre ellos, sabe Dios lo que se habrían tomado por que casi no podían ni hablar.

Pero está en su casa y puede hacer lo que le de la gana mientras no haga daño a nadie.

Un día vino una delegación Arpía a mi casa a decirme que querían poner una denuncia conjunta contra el por ladrón y por tener el perro suelto.

Yo les dije que nanai de la china, que yo sepa no ha robado nada y yo no he denunciado nunca a nadie y el primero no va a ser un chaval que no me ha hecho nada.

Entre mi negativa a firmar la denuncia y que en verano me paraba a hablar un rato con el y a veces me echaba una cerveza sentados en la calle, las Arpías directamente me han dejado de hablar. (Llevo un disgusto...)

Tiene un perro que se llama Kani, es una mezcla de mastín con perro de caza, muy grande, pelirrojo y blanco con el pelo muy corto y los ojos verdes, la verdad que al principio impone un poco pero es muy bueno y no hace nada, con Max se llevan como hermanos, no paran de jugar.

Yo siempre le decía que atara el perro porque lo iban a denunciar pero no me hacía ni puto caso, antes muchas veces Kani se venía a pasear con Max y conmigo pero hace tiempo que no le dejo porque no quiero que me vean con ese perro y meterme en algún lío.

Este verano se le echó a arder la casa, era un finde que yo no estaba y me enteré cuando volví, por lo visto el tampoco estaba en casa y alguien lo vio y llamó a los bomberos y lo apagaron, solo ardió una parte del corral de al lado de la casa.

Varias veces vino la Guardia Civil por el pueblo buscándolo y al final no se como acabó eso porque ultimamente el chico se dejaba ver muy poco por aquí, supongo que andará de Raves por ahí…

La semana pasada vine de currar y al final de la calle al lado de su casa había una cinta de la Guardia civil cortando la calle, al acercarme había otra de los bomberos, la casa había ardido entera hasta el tejado.

No he conseguido enterarme de lo que pasó porque como os he dicho no tengo mucho trato con casi nadie del pueblo y al Perroflauta no lo he visto, además últimamente estoy en modo Zen y no me quiero meter en donde no me llaman.

Ayer al sacar a Max salían del campo al lado de su casa 6 coches de la Guardia Civil en caravana, al llegar en la puerta estaban su madre y sus abuelos (hermana y padres de mi amigo).

Como los conozco me paré a hablar y me contaron que habían venido con una orden de registro y les habían pedido toda la documentación de los electrodomésticos (que están en la calle), mientras hablábamos, Max y Kani jugaban alrededor nuestra.

Al lado estaba aparcado el coche de los rumanos y al mirar hacia allí, vi que Kani llevaba un gato en la boca.

Le pegué un grito y lo soltó, el gato cayó detras del coche y un par de segundos después apareció arrastrándose con las patas de adelante y con la columna doblada en un ángulo de 90 grados sin poder mover las patas de atrás, le había partido la columna por la mitad.

Yo me quedé mirando al gato y en ese momento pasó una cosa muy extraña, el cerebro me hizo clic y me invadió una sensación de irrealidad absoluta, como si todo empezara a pasar en cámara lenta y las voces las oyera a lo lejos estando dentro del agua.

No sé qué drogas habéis probado los demás, pero me sentía como si hubiera mezclado un tripi con Ketamina.

Y no había tomado ni una cerveza.

A mi grito salieron los rumanos y empezó una bronca que no os podéis ni imaginar, yo, como si estuviera viendo todo desde muy lejos, cogí a Max y nos fuimos andando hacia el campo.

Dimos una vuelta muy larga, tenía una extraña sensación de Deja Vu sobrao, de haber vivido esa situación antes y efectivamente había pasado en San Felizes, cuando Scooby le partió la columna a Manchitas.

Al llegar a casa dando un rodeo para evitar la casa del Perroflauta, encendí el ordenador para escribir esto, pero no fui capaz, busqué la historia de Beltza y la publiqué.

Viviendo en Quicena, me encontré una gata con una pata destrozada y la rescaté, a los tres años en Barluenga me volví a encontrar una gata con la pata destrozada y también la rescaté, (a esta última la tengo al lado mía mientras escribo).

Hace unas semanas rescaté una gatita de la plaza y la adoptaron unos amigos míos de Pamplona, antes de llevarla le saqué dos fotos que son exactamente iguales que otras que saqué hace años, una al lado de una planta y otra oliéndose el morro con Max.

Tengo un video de Max jugando de portero mientras le tiro el balón y exactamente el mismo video con Scooby haciendo lo mismo, joder, hay ocho años de diferencia y hasta el balón es el mismo.

Pasa el tiempo y se vuelven a dar exactamente las mismas situaciones, con alguna relación me ha pasado lo mismo, pero de eso no voy a hablar.

Hay un fallo en Matrix.

El de la foto es Kani esta tarde en la casa quemada, por lo visto lo han dejado ahí abandonado.

Al final soy yo el que va a poner la puta denuncia.

Al sentarme a escribir, de fondo ha salido una voz por los altavoces del ordenador que decía:

"Señores pasajeros abrochense los cinturones, estamos entrando en bucle".

Y colorín colorado, este surrealista cuento se repetirá en un tiempo.

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