El toro y el palito
Hoy os voy a hablar del amor de mi vida.
Como no tengo muy claro que número hacía esta, la llamaré el amor de mi vida 5.
Yo trabajaba en las piscinas del Lagunak de Barañain, ella en el chiringuito de los asadores y como no puede ser de otra manera, nos enamoramos nada más vernos (voy a tener que ir mirando al suelo).
Cuando nos conocimos le dije:.
"Me estás poniendo todo palito".
"Será palote"
"Que decepción te vas a llevar..."
Yo tenía 20 años y ella 18, y su ardor nos metió en varios líos, le gustaba montárselo en la calle, en el ascensor, en el cine, conduciendo…a todas horas y en cualquier lugar.
No me estoy quejando ni mucho menos, pero ni tanto ni tan poco, ¿no?
Bueno, pues aquel día habíamos quedado en pasar el día en la Foz de Lumbier, así que de par de mañana fui a buscarla, yo tenía un Dyane 6 (una cabra), y aparqué en su calle en doble fila mientras iba a llamar al timbre para que bajara.
Mientras estaba esperando a que me contestaran, miré hacia el coche y lo vi bajando sólo por la calle que era en cuesta abajo, joder, lo había dejado en punto muerto y sin el freno de mano…
Salí por patas calle abajo hasta que lo alcancé (bastante lejos) y pude meterme dentro y pararlo…el día ya empezaba accidentado.
Salimos hacia Lumbier y ella ya venía salsera, así que en todo el camino no paraba de provocarme, que si tocame esto, que si te toco lo otro, que si mira lo que tengo aquí. Yo me estaba poniendo palito perdido, así que bajando el puerto de Loiti no aguanté más y me metí por un camino que había a mitad de puerto hacia la derecha.
Era un camino de cabras, (muy apropiado para mi coche), y a los pocos metros había una valla cerrada que ponía “GANADO BRAVO, NO PASAR”.
Por aquella zona en ese momento no había nadie que estuviera más bravo que yo, así que abrí la valla, pasé y la volví a cerrar.
El camino era cuesta arriba y estuvimos un rato subiendo hasta que llegamos arriba a un descampado, paramos el coche y nos pusimos al asunto.
Los asientos de aquel coche no se reclinan, así que estábamos haciendo malabarismos allí dentro, hasta que nos salimos fuera y me senté en la aleta del coche, (yo culo nunca he tenido, como mucho se le puede llamar final de espalda), y allí seguimos dándole al tema.
Con el vaivén arrancamos de cuajo la aleta del coche y acabamos en el suelo los tres (la aleta también), esto nos hizo reír mucho y como el suelo era de hierba pues seguimos allí tan ricamente.
Cuando acabamos, ( 1,32 minutos después) intenté poner la aleta en su sitio, pero se habían roto las patillas que la sujetaban y no hubo manera, así que la metí en el maletero y nos fuimos.
Empezamos a bajar la cuesta, el camino era muy estrecho, a la izquierda había una montaña y a la derecha un terraplén con una caída libre y había que bajar con cuidado.
Al dar una curva nos lo encontramos de frente, un toro, parado, mirando hacia nosotros ocupando todo el camino.
Estuvimos un rato esperando a ver si se iba, pero el bicho no se movía, así que la muchacha se empezó a impacientar.
“Haz algo” me dijo
“¿Quién te crees que soy, el Jesulín de Ubrique?, dije yo.
Yo también me estaba agobiando, así que me puse a tocar la bocina a ver si se asustaba, pero lo único que conseguí fue enfadarlo. Agachó la cabeza y se puso a rascar el suelo con la pata mirándonos fijamente.
El animal pesaba más que el coche y yo ya me estaba viendo rodando barranco abajo como se le ocurriera embestirnos, así que metí marcha atrás (por segunda vez aquella mañana) y tiré hacia arriba.
Otra vez estábamos en el mismo descampado, y con la emoción la chica se había puesto como una cabra loca otra vez, (le hacía falta poco, la verdad). así que vuelta al asunto, pero con la lección aprendida, directamente en la hierba.
Cuando volvimos a llegar a la curva despacito un par de minutos después. el toro ya se había ido, así que seguimos nuestro camino y llegamos a Lumbier sin contratiempos.
Y esta,queridos amigos es la mejor manera de pasar un buen día de campo, saliros del camino que ya veréis como os pasa alguna cosa rara, y sino me llamáis a mí que tengo imán…
Y colorín colorado,este cuento se ha acabado.

😂😂Que crack!!!
ResponderEliminarDesde entonces te llaman en el barrio pitxa brava"😂😂
ResponderEliminar😂😂😂😂😂
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