El gangoso.

 Como algunos ya sabéis, hace poco que me he arreglado la boca.

Han sido siete meses de pasarlo realmente mal pero el 26 de Septiembre (casualmente mi cumpleaños), por fin me pusieron la piñada nueva.

Visto así puede parecer una magnífica noticia, pero después de tantos meses sin dientes en la parte de arriba, es como si de repente me hubieran metido un zapato en la boca.

Nada más salir de la clínica en Zaragoza me metí en el primer bar que encontré a estrenar mi nueva y reluciente piñada.La barra estaba llena de pintxos y cosas con pinta de estar muy duros, así que pensé en empezar despacio y pedí un frito de gamba.

-¿Me pones un ghghgto de gamba?

Le dije al camarero.

-¿Cómo dice señor?.

-Que quiero un ghghgto de gamba.

En ese momento me di cuenta...mierda, ahora soy un gangoso. 

Con la boca muy cerrada le señalé los fritos de gamba y le dije:

--Uno de esos y una caña.

Me comí el frito de un bocao y luego me vine arriba y pedí el pincho con la pinta de estar más duro de toda la barra y tengo que decir con satisfacción que la piñada es perfectamente funcional, una masticación continua y sin altibajos. (Cosas de gente con dientes, vosotros no lo entenderiais...)

Ya de camino a Huesca fui practicando palabras mientras no dejaba de mirarme en el espejo del coche (de hecho, no sé ni como llegué porque no miraba ni la carretera) y después de morderme tres veces la lengua y masticarme las mejillas por dentro, llegué a la conclusión de que las demás letras las tenía más o menos dominadas pero la puta F iba a ser dura de pelar.

Según me iba encontrando con gente y hablaba con ellos he intentado ir buscando sinónimos cuando tengo que decir una palabra que empiece con F, pero hay veces que es realmente difícil.

Como ya os he dicho era mi cumpleaños, así que me fui a comprar farlopa pero después de mucho intentarlo, el camello no me entendió y me vendió Speed.

Joder que desastre.

Si os parece malo esto, la cosa fue a peor, más tarde conocí una chica en un bar y después de trabajarmela un rato (ayudado por el Speed), le hice la pregunta que siempre me ha funcionado:

-¿Quieres ghghghllar?

-¿Que?, no te entiendo...

-¡Que si quieres ghghghllar!.

-Nada oye, que no te entiendo, dijo ella.

-¡¡¡Que si quieres cgcgcgllar, joder!!!, dije yo retorciendo la lengua como un trapo de cocina.

-Ah, ¿que también vendes collares?.

Yo estaba pensando desesperadamente en sinónimos,  así que rápidamente le dije.

-Que si quieres culiar.

-Que decepción, de verdad, ¿me dices que eres de Pamplona y ahora resulta que eres un panchito?, Dijo ella.

-VETE A LA MIERDA MENTIROSO.

Ya en casa, me mandó un mensaje diciéndome que si lo que quería era follar se lo tenía que haber dicho claro desde el principio...

Como que no lo he intentado, bonita, pero es que ahora soy un gangoso.

Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.